En vísperas de la celebración el Día del Psicólogo, el 13 de octubre, integrantes de la Comisión Directiva del Colegio de Psicólogos, reflexionan acerca del desempeño profesional y el cuidado de las personas.  

A partir de noviembre de 2016, los psicólogos contamos con un nuevo Código de Ética que rige nuestra profesión. El mismo llevo una construcción de dos años en donde, una comisión especial, designada para dicha tarea, lo elaboró tomando como base el código de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FEPRA). Dentro del código actual se contemplan situaciones, necesidades y responsabilidades que han ido mutando o apareciendo desde el código anterior y que se actualizan al contexto social contemporáneo, en el que los psicólogos desarrollamos nuestro quehacer, teniendo en cuenta además, el nuevo Código Civil y La ley de Salud Mental.

Las Normas contenidas dentro del código establecen reglas de conducta profesional, que expresan deberes que alcanzan a los profesionales psicólogos, siendo que descuidar estos deberes atenta contra los derechos de los receptores de los servicios profesionales, como también de la comunidad profesional. Basándose además en cinco principios fundamentales:

  • Respeto por la dignidad de las personas y los pueblos
  • Cuidado competente
  • Integridad
  • Responsabilidades profesionales y científicas
  • Responsabilidad social.

Haremos hincapié hoy en el segundo principio referido al cuidado competente, que entre otras normas asociadas refiere a la “Competencia”, teniendo en cuenta tres aspectos en los que nos explayaremos.

  1. “Los psicólogos no aplicarán o indicarán técnicas, ni teorías psicológicas que no sean avaladas en ámbitos científicos, académicos o profesionales, reconocidos en la República Argentina”.

Actualmente nos encontramos frente al auge de las llamadas terapias alternativas, de las que no existe ninguna prueba científica de su eficacia y además se aplican de manera indiscriminada, por personas sin formación de grado y con escasos conocimientos técnicos. No habilita esto último a que los psicólogos podamos aplicar estas “técnicas” o “terapias”, ya que ellas carecen de fundamento científico y dentro del colegio encontramos cuáles son las prácticas avaladas para el ejercicio profesional, de las cuales existe un amplio fundamento y un constante estudio y revisión de las mismas, teniendo siempre como eje fundamental el bienestar psicológico de las personas.

  1. “Reconocerán los límites de su propia competencia, por lo que proporcionarán los servicios para los cuales estén capacitados y son competentes”

El campo de acción del psicólogo en la actualidad es amplio, lo que ha implicado la orientación y especialización en diferentes ramas de la profesión. Observamos muchas veces anuncios publicitarios, en diferentes medios masivos de comunicación, redes sociales u otros medios de publicidad de profesionales que abarcan una gama inmensa de especialidades, lo que hace pensar que es difícil poder especializarse en todas ellas, teniendo en cuenta que a veces estos anuncios son de profesionales con un corto tiempo de ejercicio de la profesión, lo que haría más difícil la formación en tan amplia oferta de servicios. El ejercicio responsable implica fundamentalmente la honestidad con la que brindamos un servicio, reconociendo que hay otro que deposita la confianza en nosotros, lo cual implica un compromiso inmenso y un respeto a la vida y a la dignidad humana. Nuestra profesión es una vocación no un mero vehículo de crecimiento económico. Quien no logra reconocer este aspecto, no logra un ejercicio profesional ético.

  1. “Los psicólogos deberán conducirse de forma proba, con firme sentido del honor en su profesión. Cooperarán con su formación y actualización continua en el avance de su práctica profesional y en el beneficio de la comunidad”

Obtener el título de grado, en cualquier disciplina, no es el fin de la formación, es el principio, ya que en la práctica comenzamos a reconocernos como profesionales y a reconocer la necesidad de formación y actualización continua, ya que al igual que la sociedad en que nos encontramos, la profesión es dinámica, cambian los contextos, las generaciones, las economías, las necesidades, etc. Por ende cambian las respuestas, ya que también cambian los interrogantes y los psicólogos no podemos estar fuera de ello.

Por lo tanto, ejercer la profesión no solo implica guiarse por el código de ética, sino también  profesional  y  humanamente responsables con este OTRO que confía en nosotros.

Lic. Leandro Bergoglio. Psicólogo – MP 3660

Lic. Julieta Vergnano. Psicóloga – MP 3656

Presidente y vocal de la Comisión Directiva de la

Delegación Río Cuarto del Colegio de

Psicólogos de la Provincia de Córdoba.


Nota publicada en diario Puntal el sábado 7 de octubre de 2017.

Informar para la Salud - 05-08-17


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