Las autoras describen las mismas en el desarrollo personal, clínico, educativo y social. Se presentan recursos útiles para estar en contacto saludable con nosotros y con el ambiente.
El enfoque gestáltico surge a mediados del siglo pasado, su creador y principal expositor fue Fritz Perls, médico psicoanalista y psiquiatra, quien tras recibir la influencia de la filosofía existencialista, la fenomenología, el budismo, el psicodrama, las leyes de la percepción, la psicología bioenergética, conforma esta nueva mirada psicoterapéutica.
Este nuevo enfoque, es holístico, percibe a las personas como totalidades, tomando en cuenta lo corporal, lo intelectual, lo emocional, dentro de una visión integradora, teniendo en cuenta las diferentes partes que componen la totalidad y su interacción con el ambiente, en su aquí y ahora.
En distintos ámbitos podemos utilizar los diferentes recursos que aporta el enfoque gestáltico y todos ellos serán útiles para estar en contacto saludable con nosotros y con el ambiente.
Gestalt en el desarrollo personal:
La primera de las transformaciones que hacemos, cuando aprendemos gestalt, es con nosotros mismos. Ampliando nuestra percepción, expresión y contacto. Para ello, es necesaria una formación teórico/vivencial sobre los aspectos teóricos que aporta la gestalt para el proceso de crecimiento.
Este enfoque, es en sí mismo un estilo de vida, promueve transitar la vida en forma presente, de modo pleno, libre y abierto. Aceptando y responsabilizándonos por lo que somos, sin usar más recursos que apreciar lo obvio, lo que es. Los pilares sobre los que se apoya el enfoque gestáltico son: el aquí y ahora y el cómo. Su esencia está en la compresión de estas dos palabras. Vivir en el ahora tratando de darnos cuenta cómo lo hacemos.
Gestalt en el ámbito clínico:
Si llevamos este enfoque al ámbito de la psicoterapia podemos decir que la Gestalt ayuda a ser uno mismo. La autenticidad y la responsabilidad son pilares de este enfoque, Y solamente aceptando quienes somos podemos, si queremos, cambiar. Entendiendo que el único cambio verdadero es el que podemos hacer comenzando con nosotros mismos.
El trabajo se centra a la apreciación de lo obvio, a reparar la brecha entre el cuerpo y la mente, a captar claramente la diferencia entre percepción e imaginación, descubriendo necesidades inconclusas, explorando las polaridades para producir la integración de la personalidad.
El psicólogo con formación en Gestalt, usa como herramienta su propia capacidad creativa, su actitud positiva, motivante, empática, sensible, cualidades que junto con el conocimiento y manejo de técnicas, el conocimiento de los procesos, dando como resultado del encuentro con el paciente, el aprendizaje de pautas y posibilidades de crecimiento para que aprender a “ser lo que soy”.
Gestalt en el ámbito educativo:
La educación es la actividad fundamental que enseña a crecer y a vivir en sociedad, siendo el profesor/a el modelo de referencia para el alumno/a. Muchos educadores se han acercado a la Gestalt buscando ayuda para su crecimiento personal y recursos pedagógicos para su mejor desempeño en la vida y en el aula.
El trabajo gestáltico proporciona herramientas personales para el cuidado de uno mismo y la relación con el otro. La supervisión gestáltica de su labor es un medio para el darse cuenta y la puesta en conciencia de las dificultades y conflictos internos que están actuando e interrumpiendo las relaciones o la resolución de problemas en lo laboral.
Gestalt en el ámbito social:
Los aportes de la Gestalt nos pueden posibilitar pasar de lo individual a lo comunitario, de la transformación interna a la transformación social, para que sea verdaderamente liberadora. Podemos crear espacios de reflexión y acción que combinen esta transformación a la vez personal y social. Desde el campo del trabajo social, se apunta conjugar la actitud gestáltica y la tarea socioterapéutica del trabajador social. Se trata de un proceso de aprendizaje psico-social que tiene en cuenta a la persona y a la relación dinámica de la misma con su entorno. Este proceso de facilita que las personas descubran sus diferentes capacidades y potencias personales, así como aspectos valiosos de su ser.
La Gestalt le aporta al profesional un caudal de elementos y técnicas sumamente ricas, tanto en el abordaje de caso individual, la coordinación de grupos, el trabajo con familias y la promoción comunitaria.
Es muy amplia la aplicación del enfoque gestáltico en diferentes ámbitos, por ello, se promueve la formación en el mismo como una condición fundamental para la vida. El aprendizaje es un trabajo de autoconocimiento, desde la vivencia, más allá de los conceptos y técnicas, como un proceso de transformación personal y profesional.
Lic. Cecilia Azocar. Psicóloga M.P. 5880
Lic. Lucila Sobrero. Psicóloga M.P. 6071
Miembros de Fundación Clínica de la Familia