El Trastorno de Ansiedad Generalizada se caracteriza por una preocupación crónica y persistente. La autora describe los principales aspectos de esta enfermedad, para la detección precoz y prevención de su cronicidad.
Todos nos preocupamos por cosas como los problemas de salud, dinero o los problemas familiares. Sin embargo, las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se preocupan extremadamente por éstas y muchas otras cosas.
Los pacientes con TAG presentan una preocupación excesiva y difícil de controlar, esta puede ser multifocal (por ej., en relación con las finanzas, la familia, la salud y el futuro) y típicamente se acompaña de otros síntomas psicológicos y físicos inespecíficos. La preocupación excesiva es, de hecho, el núcleo y la característica que definen al TAG, la persona tiene dificultad para controlar esa preocupación, en los últimos seis meses. Una construcción psicológica conocida como intolerancia a la incertidumbre (la tendencia a reaccionar negativamente a situaciones que son inciertas) ha demostrado que es una característica relativamente específica de las personas con TAG. Dentro de sus manifestaciones físicas encontramos inquietud o sensación de estar excitado o nervioso, se fatiga fácilmente, dificultad para concentrarse, tensión muscular, trastornos del sueño, cefaleas, molestias gastrointestinales, produciendo deterioro en áreas importantes de su vida cotidiana. Desencadenando consultas frecuentes al médico clínico en el ámbito de la atención primaria de la salud, tales como consultorios externos y dispensarios.
Los pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada tienen mayor riesgo de padecer otras enfermedades mentales y físicas (por ej., dolor crónico, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica y, enfermedad inflamatoria intestinal). La automedicación es frecuente, suelen hacer uso de bebidas alcohólicas y otras sustancias ilícitas para buscar un efecto relajante y reducir los síntomas de ansiedad, y se cree que en estas personas, este patrón de uso, contribuye a aumentar del riesgo de adicciones. También se encuentra asociado éste trastorno a cuadros del estado del ánimo, por ejemplo la depresión.
En general, los pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada tienen una respuesta afirmativa a la pregunta: ¿Se preocupa excesivamente por el menor asunto? Es una pregunta útil para los pacientes con insomnio, depresión, dolor gastrointestinal crónico y otros síntomas u otros problemas de salud recurrentes inexplicables.
Hay factores de riesgo bien establecidos para el TAG, entre los que se hallan: ser del sexo femenino, nivel socioeconómico bajo y la exposición a adversidades en la infancia (por ej. abandono y problemas de los padres por violencia familiar). La evidencia obtenida recientemente indica que la exposición a castigos físicos en la infancia se asocia a un aumento del riesgo de TAG en la adultez.
Debido a las tasas elevadas de enfermedades coexistentes, el tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada requiere de atención integral, teniendo en cuentan los factores psicológicos y síntomas físicos que presenta la persona.
Modificaciones del estilo de vida
La experiencia clínica y los estudios científicos apoyan la prescripción de técnicas para controlar la ansiedad. Entre ellos, dado que el insomnio es un síntoma característico del TAG, se debe alentar al paciente a que practique las conductas positivas recomendadas para la higiene del sueño. Entre las sugerencias habituales se destacan: Mantener un programa de sueño regular; evitar fumar o usar nicotina durante la noche y; evitar el alcohol y el uso prolongado de dispositivos con pantallas emisoras de luz como los teléfonos inteligentes, las computadoras portátiles y la televisión, antes de acostarse.
Clínica del Trastorno de Ansiedad Generalizada
- El TAG se caracteriza por ansiedad y preocupación persistentes e incontrolables que se producen consistentemente durante al menos 6 meses.
- El TAG se desarrolla lentamente, y suele comenzar durante la adolescencia o juventud. Los síntomas pueden mejorar o empeorar en distintos momentos, y con frecuencia empeoran durante momentos de estrés.
- Este trastorno se asocia a depresión, abuso de alcohol y drogas, problemas de salud físicos, o a todos estos factores.
- En atención primaria, los pacientes con este trastorno suelen presentarse con síntomas físicos como cefaleas, tensión muscular, síntomas gastrointestinales, dolor de espalda e insomnio.
- Existen herramientas de detección breves validadas para evaluar la gravedad de los síntomas y la respuesta al tratamiento.
- Los tratamientos de primera línea para el TAG son la psicoterapia cognitivo-conductual, combinada con farmacoterapia.
Dra. Cecilia Sofía Cobos Calderón.
Medica Psiquiatra – M.P. 36041/0
Miembro de Fundación Clinica de la Familia
Nota publicada en diario Puntal el sábado 17 de diciembre de 2016