La autora reflexiona acerca de las implicancias de estudiar esta carrera y el perfil profesional que la sociedad demanda.
¿Qué implica estudiar psicología hoy? ¿Por qué elegir esta carrera? ¿Cuáles son las líneas o modelos teóricos? ¿Qué campos laborales tiene la psicología?
Estas y más preguntas se suelen hacer los interesados en estudiar la carrera de licenciatura en psicología, los padres de los alumnos y la comunidad en general.
Quienes eligen estudiar psicología se basan en el contacto humano con y para otros. Estos deberían tener interés en ayudar, escuchar, ser empáticos, valorar y defender el bienestar social comunitario… entre otras características y valores.
La licenciatura en Psicología como carrera de grado, de cinco años formales, capacita a los alumnos en una amplia gama de opciones laborales desde el campo clínico, social, jurídico, educacional y laboral.
Antes existía la capacitación universitaria por tesis y clases magistrales de las líneas teóricas ortodoxas. Hoy se necesita y se exige la valoración de todos los modelos teóricos reconocidos en nuestro país, en una misma formación, estamos hablando de abordajes psicoanalíticos, existenciales humanistas, cognitivo conductuales y sistémico comunicacionales. Una propuesta universitaria debería incluir todas estas líneas teóricas, sus técnicas e instrumentos y una práctica supervisada. En la práctica los alumnos aprenden de los mismos psicólogos en las instituciones; que ejerciendo el rol, son modelos para ellos. Para efectivizar esto, las universidades tienen convenios con instituciones locales y regionales, públicas y privadas. Ya no podemos formar a profesionales que solo manejen teorías, sino que durante la formación el alumno pueda acceder a prácticas con supervisión que le facilitan, al futuro psicólogo, una inserción laboral con experiencias concretas. Es por ello, que desde el ámbito universitario se deberían construir espacios dialógicos e interdisciplinares que vinculen en saberes compartidos con y desde la comunidad.
Un psicólogo, para cubrir las demandas laborales y sociales actuales, debería ser capaz de:
• Analizar la realidad con buen manejo de la información.
• Comprender las nuevas situaciones psicológicas y sociales para orientar los cambios personales, grupales e institucionales.
• Integrarse a equipos interdisciplinarios.
• Conocer y respetar los derechos humanos, contribuyendo a su defensa.
• Cumplir estrictamente los códigos de conducta ética y profesional.
• Realizar el diagnóstico, pronóstico y seguimiento psicológico de personas y núcleos sociales e institucionales.
• Planificar y ejecutar proyectos de investigación con creciente autonomía metodológica y teórica.
• Lograr una actitud analítica y flexible que le permita reconocer la necesidad de actualización permanente.
La realidad en la que nos encontramos inmersos hace que se necesiten psicólogos comprometidos, atentos y flexibles para ayudar y acompañar a otros en problemas complejos, e intentar responder la demanda que la sociedad y la cultura contemporánea nos plantea. Todos los profesionales, pero fundamentalmente aquellos que trabajan con la salud requieren de una formación continua, supervisada, con una labor en equipo y con procesos de psicoterapias personales.
Una vez adquirida la formación de grado, la capacitación es continua, es así que vendrá la etapa de capacitarse en un postgrado. El cual se elige conociendo el campo laboral que le interesa especializarse y desempeñarse.
Quienes eligen ser Psicólogos, seguramente lo hacen porque sus características personales concuerdan con los objetivos de esta carrera: saber escuchar, orientar, ser abiertos y receptivos, contar con una motivación por ayudar al otro.
En la actualidad, se necesita un profesional psicólogo, y ser humano, capacitado, involucrado socialmente y responsable para el ejercicio de la profesión.
Mg. Lic. María Lucrecia Piñeiro.
Psicóloga – M.P. 5455
Coord. de la Carrera de Psicología
en la Universidad de Mendoza.
Sede Río Cuarto
Nota publicada en diario Puntal el sábado 4 de noviembre de 2017.