El consumo de alcohol está muy extendido entre nuestros adolescentes, sobre todo los
fines de semana. Este se asocia en general a un concepto lúdico de ocio y de
vida buena, por eso, y dado que las pautas que rigen el uso posterior del alcohol se establecen en los primeros años, se hace tan necesaria la educación para un consumo responsable del alcohol que evite los abusos y permita una vida saludable en el futuro.
Una vida buena tiene que ver con la disposición a actuar responsablemente y cuidar de uno mismo, calcular los efectos de nuestras acciones y comprometerse con unos estilos de vida saludables. Por ello, es fundamental que, durante los años de formación, los padres fomentemos una serie de creencias, valores y actitudes que permitan a nuestros hijos tomar las decisiones adecuadas. Para los niños de 6 a 13 años los padres somos el primer referente. Durante esta época, debemos ser el modelo con quien puedan identificarse, potenciar una buena comunicación y ofrecerles confianza e información clara sobre cómo actuar de forma responsable.
Se trata de enseñarles a ser capaces de tomar decisiones responsables respecto al consumo de alcohol. La mayoría de las secciones de esta guía incluyen ideas sobre «cómo, por qué y cuándo hablar «. Están destinadas a formar a nuestros hijos para que se sientan bien con ellos mismos y no crean que el consumo de alcohol es necesario para resolver sus problemas, divertirse o sentirse bien.
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