Son organizaciones que se valen de la destrucción de autonomía personal para lograr sus fines. Cómo detectar si alguien es una víctima y cómo actuar.
El 3 de junio de 2013 se promulgó, en la provincia de Córdoba, la ley 9.891, con un programa de Prevención y Asistencia a las Víctimas de Grupos que usan Técnicas de Manipulación Psicológica, más comúnmente denominados “Sectas”. Las sectas son organizaciones que exhiben una gran devoción o dedicación a una persona, idea o cosa y que emplean en su dinámica de captación o adoctrinamiento técnicas de persuasión coercitivas. Se propicia la destrucción de la personalidad del adepto, de los lazos afectivos y de la comunicación del adepto con su entorno social y consigo mismo. En sus dinámicas de funcionamiento llegan a destruir o conculcar derechos jurídicos inalienables de la persona en un estado de derecho.
Secta y religión
Una religión auténtica nunca obliga, no chantajea, no enajena, difama ni amenaza con maldiciones a quien retira su membresía, llamándole «traidor», con el único objetivo de retenerle. Una religión respeta las decisiones de sus fieles, no impone cuotas, trabajos a cambio de la salvación del alma de nadie. Tan sólo motiva y les recuerda a sus fieles las enseñanzas de la doctrina que promulgan.
Dentro de una auténtica religión oficial, independientemente de la forma en que esté organizada, los que son líderes, maestros, ministros, sacerdotes se limitan a ofrecer los rituales religiosos, pero la doctrina y colecta de dinero no es invasiva. La doctrina gira alrededor de la fe en Dios exclusivamente (no en la fe a la supremacía y sobrenaturalidad de sus líderes), y se limita a las Sagradas Escrituras, al tema del amor de Dios por el hombre, y de éste hacia Dios y hacia los demás seres humanos.
Daños causados por las sectas
La experiencia sectaria produce distintos trastornos mentales descriptos desde los inicios de la identificación del fenómeno sectario. Se producen alteraciones psicopatológicas como consecuencia del sometimiento a las técnicas de persuasión coercitiva por un término prolongado de tiempo, que cumplen la finalidad de sugestionar y controlar mentalmente a las víctimas.
Algunos de los síntomas son:
• Aislamiento social
• Depresión
• Ansiedad
• Estrés
• Cambios bruscos de comportamientos, ideales y objetivos de vida
• Alteración de la visión del mundo y la realidad
• Inflexibilidad en el pensamiento
• Desinterés anormal en el cuidado de bienes personales materiales y voluntad persistente de entregarlos a la secta
• Sentimientos de inseguridad y culpabilidad si no cumple con lo que la secta impone
• Creencia y aceptación incondicional de la reglamentación de la secta
• Cambios en la personalidad: “lavado de cerebro” y alteración en los valores personales
• Fanatismo e idealización extrema del líder de la secta
• Alteración en la rutina diaria y actividades
• Alteraciones en el sueño
• Síntomas de abuso sexual
• Pensamiento mágico: una creencia en que los propios pensamientos, palabras o actos causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente aceptadas
• Conductas extrañas y peligrosas: ej. sacrificios de animales, rituales satánicos, conductas autodestructivas, consumo de sustancias
• Interés en el ocultismo: visitas a cementerios con objetivos extraños, participación en juegos satánicos, consultas espiritistas.
Recomendaciones:
La manipulación mental existe. Hay personas que influyen indebidamente en otras hasta ocasionar efectos perjuiciosos a nivel personal y social. Por lo tanto, es importante prestar atención a los síntomas para detectar cuanto antes si esta situación se da en uno mismo o en alguien cercano.
Vale resaltar que la búsqueda de una creencia en alguien superior, de amistad y compañía, de bienestar personal, de aceptación social, de ayuda o guía frente a ciertos conflictos a través de la espiritualidad es una necesidad normal en una persona, pero deben ser canalizadas en instituciones que promueven el desarrollo de vínculos sanos (basados en el amor a uno mismo y a los demás), que protejan la dignidad y que respeten los valores y derechos de cada persona.
Si cree que es víctima de una secta, o conoce alguna persona que pueda serlo, se recomienda buscar ayuda legal, denunciando los hechos a la autoridad correspondiente: el Ministerio de Justicia de la Provincia de Córdoba. Y en segundo lugar, busque ayuda profesional de un grupo interdisciplinario de profesionales (médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales), para poder intervenir y trabajar sobre la situación.
Dra. Ma. Belén Giordano (M.P. 34.341/7) Lic. Ana Romina Diedrich (M.P. 7.580) Lic. Erika M. Beccaría (M.P. 8.010)
Escucha la entrevista en el micro de Informar Para la Salud en Fm Digital 91.9 realizada el día 6 de agosto de 3013: