La acción de rechinar los dientes durante las noches, que puede provocar graves desgastes dentales, suele tener su origen en la ansiedad
El bruxismo es una actividad funcional anormal, por la cual apretamos y rechinamos los dientes sin ningún propósito funcional de los músculos de la masticación.
Un gran porcentaje de casos es de origen idiopático, esto es que no conocemos su origen, pero puede estar potenciado por factores relacionados con el estrés o la ansiedad.
Al bruxismo céntrico lo padecen especialmente los apretadores de día, y suele tener una fuerte relación con situaciones de tensión o concentración. Es nocivo para las estructuras musculares lo que provoca dolor y contracturas musculares.
En cambio, los pacientes que sufren bruxismo excéntrico “rechinan” los dientes durante la noche. Aquí, las estructuras que sufren además son los dientes, donde se puede observar como consecuencia desgastes dentales.
Signos y síntomas del bruxismo
El dolor muscular, generalmente en los músculos de la masticación y paravertebrales, es el principal síntoma por el que los pacientes suelen acudir a la consulta. Incluso puede producir cefaleas tensionales, es decir, dolores de cabeza.
Es muy frecuente, también, observar desgaste de las piezas dentales, que produce pérdida del esmalte y la exposición de la dentina al medio oral. Esta exposición suele producir sensibilidad dental normalmente ante estímulos de frío o calor.
Otro signo del bruxismo es el trauma entre las piezas dentarias, se produce por un exceso de contacto entre la superficie de un diente lo que puede provocar dolor a la masticación o a la percusión, e incluso puede producir movilidad de la pieza y/o fractura vertical del diente. Se da que el 98% de las fracturas verticales son por bruxismo. Problemas en la interrelación de los elementos dentarios pueden ser las interferencias, prematuridades o incluso la pérdida de las guías de oclusión o lo que comúnmente llamamos mordida.
Además, el bruxismo puede ayudar a perpetuar problemas en la articulación o desequilibrar una articulación susceptible a padecer algún trastorno.
En una boca sin bruxismo los dientes no se desgastan por masticación; estamos 45 minutos al día masticando a diferencia de las 4-6 horas al día que podemos estar bruxando.
¿Qué tratamiento existe?
Lo más importante es un diagnóstico precoz para evitar sus consecuencias. El profesional tomará unos moldes de la boca del paciente y buscará la posición más estable y cómoda para su articulación, musculatura y oclusión, para confeccionar un aparato intraoral, la placa de descarga o relajación, de acrílico duro y rígido.
¿Existe relación entre estas patologías y la vida que llevamos?
Los altos niveles de estrés, angustia y ansiedad relacionados con una vida cotidiana agitada se expresan en nuestro organismo a través de este tipo de manifestaciones que desencadenan patologías realmente graves a nivel bucal, pudiendo llegar a la pérdida de piezas dentales y del equilibrio muscular. Además de dolores de cabeza, alteraciones estomacales y molestias musculares. Es por ello que en el abordaje de esta problemática resulta necesario muchas veces complementar el tratamiento odontológico con un enfoque multidiciplinario que tenga en cuenta el aspecto emocional del paciente y su forma de enfrentar las situaciones que se le presentan en el día a día y cómo manifiesta su malestar.