¿Cómo mejorar la comunicación con mi hijo adolescente? La adolescencia es una época de transición que puede producir cambios significativos en las dinámicas familiares. Diversos factores psicológicos hacen que muchos padres y madres tengan problemas para “conectar” con sus hijos o hijas adolescentes. Sin embargo, estas dificultades a la hora de mantener una comunicación fluida no son inherentes a la franja de edad por la que los jóvenes están pasando; dependiendo de las estrategias educativas y de crianza que los progenitores adopten, se irán agravando o disipando.

En este artículo veremos algunas sugerencias acerca de cómo mejorar la comunicación con tus hijos adolescentes a partir de estrategias útiles para hacer que se impliquen en mantener el contacto con los mayores de la casa.

¿Por qué pueden surgir problemas de comunicación con hijos adolescentes?

Este es un resumen de los principales focos de problemas en la comunicación entre padres y madres y sus hijos en edad adolescente.

1. Búsqueda de referentes en su grupo de iguales

Uno de los aspectos que marca la transición entre la infancia y la adolescencia es el paso de querer parecerse al padre y/o la madre, a querer parecerse a los chicos y chicas populares de su círculo social que pertenecen a su grupo de edad o que son un poco mayores. Debido a ello, buena parte de su interés en aprender acerca de cómo funcionan las relaciones pasa del contexto familiar al contexto escolar (las relaciones informales que se producen en el patio, en los cambios de clase, etc.).

2. Los secretos y los temas tabú

En la adolescencia es más frecuente que los jóvenes quieran guardar secretos que no comparten con nadie o que solo comparten con su círculo cercano de amistades. Esto tiene que ver con aspectos como la sexualidad, la transgresión de normas sociales, etc.

3. Resentimiento por los conflictos del pasado

Por lo general, los adolescentes tienen una mayor predisposición que los niños pequeños a sentirse heridos por las críticas o regaños bastante tiempo después de que estas se hayan producido, dado que empiezan a implicarse en mantener una buena reputación y una idea de dignidad. Allí donde los niños pequeños buscan en todo caso no pasar por el mal rato de ser regañados o recibir un castigo, los adolescentes van más allá y quieren no tener motivos para avergonzarse de sus acciones y las consecuencias de estas.

4. Aumento de su implicación en sus aficiones

En la adolescencia es más fácil que los jóvenes se impliquen personalmente en proyectos y aficiones que “atrapan” su atención. El juego no es tan espontáneo como en la infancia. Por ello, pueden verse expuestos a más situaciones en las que ven como una “pérdida de tiempo” conversar con sus familiares.

¿Cómo mejorar la comunicación con mi hijo adolescente? 5 sugerencias fundamentales

Estas son algunas pautas y recomendaciones que, una vez adaptadas a vuestro caso particular, pueden ayudar a que la comunicación fluya mejor en casa.

1. No te limites a hacer preguntas

Si te limitas a ir preguntando en modo ráfaga qué ha hecho durante el día y preguntas similares, harás que vea esa situación más como un interrogatorio que como una conversación, y es más probable que se ponga a la defensiva. Implícate en el diálogo comentando temas que crees que le interesan y explicándole tú cosas.

2. Respeta su privacidad

No hagas que tenga la sensación de que no admites que guarde secretos. Como individuos que son, los adolescentes tienen derecho a la privacidad, aunque convivan contigo.

3. Manten aficiones o proyectos en común

Hay varias actividades en las que la diferencia generacional no es una obstáculo para hacer actividades juntos. Descubridlas e implicaos en ellas juntos, creando rutinas semanales.

4. Asegúrate de que entiende por qué te frustras o te enfadas con lo que hace

Es muy importante que no vea como arbitrarios tus enfados con su comportamiento. De esa manera, incluso aunque no esté de acuerdo con tu postura, la comprenderá y no verá tu reacción como una muestra de que eres impredecible.

5. Dale apoyo en aquello que le preocupa

Le puedes ayudar tanto mediante tus conocimientos y experiencia como a través de tus recursos materiales y sociales: conocer a gente que le puede echar una mano, lograr acceso a objetos que necesita, etc. Mientras esta clase de favores estén justificados y no se trate casi siempre de caprichos, esto también será un incentivo para compartir contigo sus preocupaciones.

Fuente: www.avancepsicologos.com

Autora: Laura Palomares


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Artículos de interés y actividades por la salud emocional