El autor informa acerca del abordaje para la prevención del síndrome del cuidador en los casos de enfermedades oncológicas y crónicas invalidantes.

Unos de los problemas más frecuentes y poco abordado en salud es como se debe cuidar a los que cuidan pacientes con enfermedades oncológicas terminales o crónicas invalidantes.

La familia es por lo general el primer eslabón es esta cadena de soporte del paciente sufriente y por lo tanto es a la que el equipo de salud debe aconsejar oportunamente para garantizar una atención coordinada y efectiva de todos los actores; en la práctica el cónyuge o la madre; si se trata de un niño, es el primer cuidador, y sobre el recaen todas las responsabilidades de cuidado del enfermo como; asistencia, alimentación, aseo, tramites y además, escuchar sus quejas, sus dudas, su dolor, etc., etc., etc. Con un “plus” de sufrimiento personal sobreañadido por la situación vivida.

Por lo tanto, la angustia, la impotencia y la culpabilidad no suelen ser infrecuentes entre los familiares de estos pacientes; muchos desarrollan el “Síndrome del Cuidador”. Las principales alteraciones que se observan en  este síndrome son:

  • Agotamiento físico y mental
  • Labilidad emocional: cambios de humor repentinos
  • Depresión y Ansiedad
  • Conductas de consumo abusivas: tabaco, alcohol
  • Trastorno del sueño
  • Alteraciones del apetito y del peso
  • Aislamiento social
  • Dificultades cognitivas: problemas de memoria, atención
  • Problemas laborales

Por lo general, esta patología se presenta por la falta de información calificada, sobre cómo debe abordarse tan dura realidad de tener un familiar enfermo, eventualidad para la cual nadie está preparado.

Esto puede llevar a una distorsión en la objetividad de los cuidadores llevándolos a tomar actitudes como negación, distanciamiento, sobreprotección; que conlleva a una sobrecarga del cuidador y a un aislamiento del paciente, ya que no lo dejan tomar decisiones.

“El paciente está enfermo pero no perdió su capacidad crítica”

Todo esto puede resultar en una mala toma de decisiones por parte del cuidador y mayor sufrimiento para el paciente; además de generar enfermedades en el mismo y pasar a tener a dos enfermos en vez de uno.

La clave está en disminuir el peso de esta carga que la familia conlleva, atendiendo esta demanda y educando, cuidando, protegiendo al primer o principal cuidador; si él se cae; se cae toda la pirámide de contención del paciente y la familia.

Estas son algunas recomendaciones para prevenir el Síndrome del Cuidador.

Recomendaciones generales:

  • Educación para el autocuidado
  • Entrenamiento para el cuidado del paciente
  • Apoyo emocional y soporte en momentos de angustia
  • Ayudar a reestructurar los roles y dinámica familiar
  • Reparto de tareas
  • Derivación oportuna con el especialista

Una función del equipo de Cuidados Paliativos es organizar las actividades, definir los roles y fomentar el dialogo y la empatía entre los cuidadores.

Estas recomendaciones deben ser atendidas por un equipo interdisciplinario de trabajo entre el médico de cabecera, el oncólogo, los psicólogos y psiquiatras, enfermeros, kinesiólogos, asistentes sociales, nutricionistas, secretarias y demás integrantes de equipo de salud.

El dialogo, la empatía y la información son los principales pilares para prevenir esta problemática.

Las consultas familiares con el médico, el equipo paliativo y todos los familiares directos, suelen ser un buen punto de partida.

 Invitado especial: Dr. Marcos Gonzalo Ortiz

Médico M.P. 260840

Oncólogo Clínico y

 Cuidados Paliativos

M.E. 12589


Nota publicada en diario Puntal el sábado 15 de octubre de 2016

Informar para la Salud - 23-07-16


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