La temática será abordada en la próxima conferencia de la Fundación Clínica de la Familia y el Colegio de Psicopedagogos, a cargo de Rubén Scandar
Las dificultades atencionales de los estudiantes han ocupado en los últimos tiempos un lugar relevante en las preocupaciones de docentes y padres.
Para abordar este tema, el Colegio de Psicopedagogos de Río Cuarto y la Fundación Clínica de la Familia organizaron la visita, desde Buenos Aires, del Lic. Rubén Scandar, coordinador del Máster en Neuropsicología y Neuroeducación de la Universidad de Morón, y autor de libros especializados sobre la temática: “El niño que no podía dejar de portarse mal”; “Los niños hiperactivos: intervención clínica y educativa”. Además, es editor de la revista TDAH, Terremotos y Soñadores.
En esta entrevista, Scandar responde algunas preguntas sobre la problemática, que se ampliarán en las actividades que están previstas el próximo 22 y 23 de noviembre en nuestra ciudad.
– ¿Según su criterio, está plenamente justificada la preocupación de padres y docentes?
– En mi opinión sí, ya que la atención cumple un rol importante en otros procesos cognitivos y en los más variados aprendizajes. Las dificultades atencionales son muy variadas, hay niños que no pueden prestar atención correctamente por tiempos prolongados, otros tienen dificultades para cambiar de foco de atención y un número no menos importante, simplemente, presta atención de manera pobre, cometiendo errores y descuidos.
– ¿Se conocen las causas de las principales dificultades atencionales?
– Afortunadamente sí, aunque todavía resta mucho por investigar. Un grupo muy importante de niños presenta el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que se caracteriza por dificultades en la atención sostenida y que probablemente tenga el 6% de los niños que concurren a las escuelas y, en ese caso, la principal causa es genética. También, por ejemplo, presentan dificultades atencionales los niños con enfermedades neurológicas, particularmente en cierto tipo de epilepsias ya sea por la enfermedad misma o bien como consecuencia de los fármacos que se utilizan en su tratamiento.
– Ha mencionado causas biológicas en un sentido u otro. ¿Hay causas sociales o ambientales?
– Las causas son variadas. Por ejemplo, niños con carencias crónicas de hierro suelen presentar síntomas de desatención e hiperactividad, niños que de manera crónica duermen menos horas de las necesarias o bien que no tienen un sueño reparador. En este sentido, las actuales generaciones de estudiantes duermen en promedio una hora menos de las que son necesaria. Finalmente, la capacidad atencional de un niño es dependiente del nivel de motivación, niños pobremente estimulados o motivados para afrontar la escuela pueden presentar problemas atencionales, sin que se trate en sí de una enfermedad específica.
– Vemos que es una cuestión compleja. ¿Cómo se diagnostica?
– Es compleja pero no difícil. Simplemente hay que ponerse en manos de profesionales que a través de estudios médicos, psicológicos y pedagógicos pueden realizar una evaluación del tipo de dificultad atencional, de las posibles causas y, lo que es más importante, diseñar maneras de afrontar el problema.
– ¿Puede ampliarnos en qué consiste el tratamiento?
– El tratamiento de un problema complejo no puede ser simple. Lo más apropiado es utilizar una variedad de medios, muchos de los cuales no son de difícil implementación. Por ejemplo, es importante que la familia y los padres tengan un diálogo productivo y se mantengan mutuamente informados, que los padres organicen rutinas en los horarios, que provean de suficientes horas de sueño a los niños y que les estimulen el desarrollo de hábitos de estudio en momentos y lugares apropiados.
– ¿Cómo los maestros pueden ayudar a estos niños?
– Los maestros deben señalar la relevancia de lo que enseñan, creando un clima de trabajo apropiado y que estimule la motivación, respetar los tiempos atencionales normales de cada edad, recurrir a didácticas que alienten la participación del alumnado y a poner en práctica un cantidad de acomodamientos en el aula de fácil implementación.
– ¿Pueden requerir ayuda profesional?
– Existen intervenciones de todo tipo para ayudar al niño a mejorar su nivel atencional. El psicopedagogo puede desarrollar entrenamientos para mejorar la atención y fomentar intervenciones para que mejoren sus técnicas de estudio y asesorar sobre cambios en las actitudes de padres y docentes.
– ¿Existen tratamientos médicos para estos niños?
– Dependiendo del tipo de trastorno atencional están disponibles algunos tratamientos farmacológicos, por eso es importante realizar un correcto diagnóstico. Los fármacos que se utilizan son eficientes y seguros, pero no se debe emprender su uso como único tratamiento.
Invitado: Lic. Rubén Scandar. Psicólogo. Especialista en Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Actividades con Rubén Scandar
Jornada: “Evaluación, habilitación y rehabilitación de la atención”. Sábado 23 de noviembre, de 9 a 17 hs., en la sala mayor del Paseo de la Ribera. Dirigido a profesionales y estudiantes avanzados de carreras afines. Informes e inscripción: Colegio de Psicopedagogos. Rivadavia 694. Tel. 4635627. Contacto: Lic. Bernarda Santi
Conferencia: “Dificultades atencionales y de rendimiento académico: padres y docentes, un esfuerzo conjunto”. Viernes 22 de noviembre, a las 20 horas, en Alberdi 1154. Destinada a madres, padres y docentes. Entrada libre y gratuita. (Se solicita la colaboración de un alimento para el Comedor-hogar María Madre de Dios)
Para mayor información contactar al Lic. Amado Pauletti, Fundación Clínica de la Familia. Tel.: 0358 4639311 – Email: fundacion@clinicadelafamilia.org