Interviene en casos agudos o crónicos, para evitar que los pacientessean internados. Trabaja en equipo, en abordajes psicoterapéuticos integrales.Los acompañantes complementan a los médicos, psicólogos y psiquiatras
El acompañamiento terapéutico es un recurso que surge a mediados dela década del ’60 en Argentina, para evitar la marginación y estigmatizaciónsocial que suponen la internación psiquiátrica, o para que ésta sea másacotada. Surgió como una necesidad clínica en relación a pacientes adictos ypsicóticos, con quienes los abordajes terapéuticos clásicos fracasaban. Con eldevenir del tiempo, el campo de abordaje del acompañante terapéutico se fueampliando y en la actualidad son requeridos para abordar problemáticas en lasque no se habían trabajado con anterioridad.
No cualquier persona en posición de cuidar a otro puede llamarseacompañante terapéutico.
Este es un agente de salud que ha sido capacitado y entrenado paraocupar un rol claramente determinado en el tratamiento de pacientes agudos ocrónicos, que opera desde un abordaje psicoterapéutico, en forma articulada conel profesional o el equipo terapéutico que lo indicó. Nunca trabaja en formaaislada, sino con un equipo terapéutico. El acompañante complementa la funcióny el quehacer del psicólogo, médico o psiquiatra, siendo coordinado por éstos ysiguiendo sus consignas e indicaciones.
Su función se va precisando en base a una estrategia adecuada parala singularidad de cada paciente y de la situación que esté atravesando. Paraello se insertará en su vida cotidiana, compartiendo con él “su mundo”, sucotidianeidad.
Se busca así establecer un vínculo que el paciente no tuvo hasta esemomento, y que le posibilitará instaurar una diferencia, creando nuevos lazosde resocialización. Sin embargo no se trata de una relación simétrica, deigualdad, ni de amistad, sino que hay una estrategia dirigida a la cura y estoes lo que lo diferencia de una situación no terapéutica en la que sólo secomparte alguna situación con el otro.
Quiénes pueden acudir a un acompañante terapéutico
En relación a quiénes pueden necesitar este tipo de abordaje, sepueden mencionar:
– Personas con trastornos mentales.
– Personas con discapacidad mental o física.
– Niños que requieren un apoyo para su integridad escolar.
– Niños con trastornos del desarrollo.
– Personas en tratamiento de rehabilitación por adicciones,alcoholismo, obesidad, bulimia, anorexia.
– Personas que se encuentran en tratamiento psicológico y/opsiquiátrico por fobias, ataques de pánico, estrés post-traumático.
-Personas de la tercera edad, entre otros.
El desempeño de su práctica se puede desarrollar en diferentesámbitos, entre ellos domicilios particulares, instituciones escolares,hospitales e instituciones privadas pertenecientes al ámbito de la salud. Entreéstos último, se cuentan: centros de día, hogares, centros educativosterapéuticos, talleres laborales, centros de rehabilitación temprana,geriátricos y otros.
La incidencia en lo cotidiano
Es posible afirmar que el acompañante terapéutico es un agente desalud que se ubica en lo cotidiano para poder actuar. De este modo, es capaz deoperar sobre lo subjetivo, lo vincular, lo comunitario y lo social. Apunta acontener en forma empática al paciente y a su familia. Su aporte se da desde laescucha, la contención, apoyo y comprensión psicológica de los procesos por losque atraviesa el paciente.
En los últimos años, elacompañante terapéutico ha cobrado un lugar en la representación social y en lasalud mental, tanto en el ámbito público como en el ámbito privado. Por ello,es importante que el acompañante terapéutico no se convierta en un objeto deconsumo. Para ello es fundamental tanto el ejercicio serio de la profesión (formación,supervisión y terapia personal) como el respaldo legal y el reconocimientopleno desde las instituciones de la sociedad como profesionales de la saludmental.
Natalia Pauletti,acompañante terapéutica, miembro de la Fundación Clínica de la Familia
Escucha la entrevista en el micro de Informar Para la Salud en Fm Digital 91.9 realizada el día 25 de marzo de 2013: