Las drogas de síntesis son una oferta más en el mercado del consumo de sustancias de abuso. En el artículo se informa qué son, sus efectos y los riesgos a lo que expone se exponen los usuarios.
Las drogas de síntesis son elaboradas a partir de moléculas que no existen en la naturaleza y que generalmente se fabrican de manera clandestina. La mayoría fue sintetizada en algún momento por laboratorios con fines medicinales.
Si bien están presentes en nuestra sociedad hace décadas, en la Argentina de los 90, empiezan a aparecer con mayor frecuencia en boliches nocturnos y se extienden pronto a las multitudinarias fiestas de música electrónica. La droga de síntesis más consumida en estos espacios es el éxtasis.
En el sexto Estudio Nacional en Estudiantes de Enseñanza realizado en el año 2014, y publicado por SEDRONAR recientemente. En la provincia de Córdoba surge que la media del consumo de éxtasis, alguna vez en la vida, presenta un incremento con respecto al estudio anterior, ya que en el año 2011 este valor fue de 0,7% y en el 2014, 2,4%.
En cuanto a la distribución por grupo de edad, en el grupo de 14 años o menos el consumo actual de éxtasis, supera la media nacional: el 1% en la provincia y 0,5% en el país.
¿Qué son las drogas de síntesis?
Es un conjunto de sustancias psicoactivas, en su mayoría derivadas de anfetaminas, que se presentan habitualmente en forma de comprimidos con colores, imágenes o logotipos llamativos. Estas se consumen los fines de semana en ambientes festivos y en compañía de amigos. Lo más frecuente es tomar una o más pastillas por noche y simultanearlas con cannabis, alcohol y tabaco. Esto supone un gran riesgo para la salud que, en muchas ocasiones, es desconocido para los jóvenes.
¿Qué efectos producen?
En términos generales, los efectos de todas estas sustancias son similares y directamente relacionados con la dosis, frecuencia del uso y vía de administración. Los consumidores relatan entre sus efectos: A nivel psíquico: Cambios conductuales como euforia, elevación de la sensación de autoestima y desinhibición. Puede producirse confusión, ansiedad o agresividad. La depresión que sobreviene tras su retirada puede ser importante y causar claras inclinaciones suicidas. Además, pueden producir afectos alucinatorios leves como, alteraciones del color o de la textura, pero no da lugar a la visión de objetos irreales.
Existe gran confusión en relación a sus posibles efectos afrodisíacos en varones, con aumento del deseo sexual, pero con dificultades para conseguir la erección y la eyaculación.
También, los derivados anfetamínicos de síntesis tienen los mismos efectos simpaticomiméticos que las anfetaminas y suelen dar lugar a una hiperhidrosis, visión borrosa, anorexia y elevación de la presión arterial y taquicardia. Sin embargo, todos estos efectos presentan grandes variaciones interpersonales.
¿Qué riesgos generan?
La sobredosificación con estas sustancias produce una situación que puede ser muy grave. Se trata de un cuadro caracterizado por ansiedad, agitación, náuseas, temblores, rigidez muscular, tensión en las mandíbulas, hiperhidrosis y midriasis. En casos graves se produce taquicardia, hipertensión, hipertermia y colapso vascular. La hipertermia es a veces tan intensa que se han descrito casos de muertes por deshidratación. Los efectos tóxicos aumentan en presencia de alcohol o con el uso simultáneo de antidepresivos.
Un aspecto fundamental en la génesis del cuadro de sobredosificación, es la composición o naturaleza impredecible de este tipo de drogas. Para reducir los costos de producción es frecuente que esté «adulterada» con cafeína, analgésicos, antidepresivos, efedrina, antibióticos, que pueden multiplicar los daños causados al organismo.
Estas drogas poseen un alto poder adictivo, es decir, generan tolerancia y dependencia. Se ha comprobado que en pocos meses el individuo puede pasar de tomar 1 pastilla por noche a tomar incluso de 6 a 8, aspecto que favorece los cuadros de intoxicación.
En general, el creciente éxito de estas sustancias radica en los mitos y creencias erróneas que sobre ellas se tienen, entre las que están:
1. Su presentación atractiva y cómodo uso. Muchos usuarios ni siquiera consideran que el éxtasis sea una droga.
2. La creencia generalizada de su inocuidad.
3. El efecto que produce de autoconfianza, estado de alerta, aumento de la resistencia, mejor rendimiento físico y efecto anorexígeno.
4. La duración de su efecto estimulante sobre el sistema nervioso central.
5. Su relativamente bajo costo y fácil disponibilidad.
Lic. Amado Pauletti – Psicólogo – M.P. 2154-Terapeuta Familiar. Especialista en Adicciones.
Presidente de la Fundación Clínica de la Familia