Hoy se conmemora el Día Internacional de la Familia. La Organización de las Naciones Unidas propone esta fecha para reflexionar sobre la situación actual del núcleo primario de nuestra sociedad

La familia ha sobrevivido a los profundos cambios sociales y ha podido hacerlo porque posee la capacidad de modificarse, adaptándose a los cambios del entorno. Como un sistema vivo, evoluciona, se transforma, cambia, acompañando a la sociedad que la contiene.

Las problemáticas actuales de la familia están conectadas con la realidad social, económica y cultural que vivimos: desigualdad social, inestabilidad laboral, inseguridad, violencia, consumismo, individualismo, insatisfacción individual y un pluralismo de valores que repercuten en todos los ámbitos del ser, del conocer y del vivir.

Ante esta compleja realidad, la familia sigue buscando cumplir con su misión histórica: la crianza, socialización y protección de los hijos. También es un lugar donde encontrar afecto, seguridad y el desarrollo personal de sus integrantes.

Las familias contemporáneas presentan mayor diversidad que años atrás.

Nuevas configuraciones

En nuestro medio observamos cada día más parejas que conviven sin casarse, hogares uniparentales, donde el sostén de la familia es una mujer soltera, viuda ó divorciada. Pero también, vemos padres (varones) que reclaman la tenencia de los hijos. Es notable el aumento de familias ensambladas, donde viven los tuyos, los míos y los nuestros. Como así también, parejas homosexuales que luchan por el derecho de formar una familia.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el 15 de mayo fuera el día internacional de la familia, con la intención de aumentar el grado de concientización acerca de los temas relacionados a ella y favorecer la capacidad institucional para protegerla. Además, requiere que las sociedades y los estados reconozcan y respeten la diversidad que en la actualidad presentan las múltiples configuraciones familiares.

La sociedad ya no puede imponer el modelo de familia tradicional, sino aceptar sus diversas formas y apoyar las necesidades particulares de cada una. De esta manera protegerá a los niños de todas las familias y se desarrollará una sociedad más inclusiva.

Solemos escuchar la frase: “La familia está en crisis”… a esta afirmación podemos responder… que no es la institución familia que está en crisis, sino la idea de familia tradicional, como modelo ideal y único ámbito donde crecer sano. Se puede construir vínculos saludables en las nuevas configuraciones familiares y llevar adelante la misión de acompañar la socialización y desarrollo emocional de sus hijos.

Los cambios en las formas de familia están entre nosotros, muchas de ellas nos han demostrado que pueden cumplir la misión y que tienen problemas como las llamadas nucleares ó tradicionales. Ninguna conformación familiar nos garantiza la ausencia de problemas y la salud mental de sus integrantes. Esto último, depende más de la madurez emocional de los progenitores, que del tipo de familia.

Renegar de los cambios y sostener los prejuicios hacia las familias actuales nos dificulta como sociedad, asumir que es lo que nos está pasando y acompañarlas en la misión.

Distinto es decir: “Las familias pasan por periodos de crisis”. Esto es más esperable y no deberíamos interpretarlo necesariamente como un estado negativo. Sino más bien, como un desequilibrio que provoca malestar o síntomas, en todos ó alguno de sus miembros y que requiere algún tipo de solución y ayuda. Estas crisis, muchas veces, son una oportunidad para el cambio y la evolución de la familia.

Lic. Amado Angel Pauletti. M.P. 2154. Psicólogo. Miembro de la Fundación Clínica de la Familia 


Escucha la entrevista en el micro de Informar Para la Salud en Fm Digital 91.9 realizada el día 15 de mayo de 2013:


El rol de la familia y sus nuevas configuraciones 15-05-13


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