Se aproximan las fiestas de navidad y año nuevo, y como es habitual en nuestra cultura, los festejos están asociados a la ingesta de bebidas alcohólicas. Es por ello que queremos trasmitir algunas medidas preventivas para evitar “incidentes” automovilísticos, y pasar unas felices fiestas, seguros, en paz y armonía.
Decimos incidentes, y no accidentes, debido a que los primeros se pueden prevenir porque interviene el factor humano. Está comprobado estadísticamente que el consumo de alcohol en conductores es uno de los principales causantes de incidentes en el tránsito.
En primer lugar, tenemos que conocer, e informarnos que la conducción bajo los efectos del alcohol, afecta notablemente las capacidades motrices, de coordinación y de pensamiento del conductor. Principalmente se disminuye el campo visual, se reduce el tiempo de reacción en cuanto a tiempos y el cálculo de distancias, y tiene efectos negativos sobre la prudencia, el discernimiento, los sentidos y el equilibrio. Manejar un vehículo bajo los efectos del alcohol aumenta el riesgo de un accidente de tránsito y la gravedad de las lesiones que se pueden producir.
La mejor sugerencia para prevenir incidentes causados por nosotros mismos, es controlarnos en el consumo de alcohol. Por ello, piense a la hora de comprar, no hacen falta tantas bebidas, estime una cantidad razonable de acuerdo a los invitados. Usted necesariamente no tiene que beber alcohol cuando otras personas lo están haciendo, ni tiene que beber cada vez que le den. Practique formas de decir “no” cordialmente, cuando le ofrezcan bebidas alcohólicas. Trate de mantenerse alejado de las personas que le insisten que debe beber alcohol.
Si se decidió a tomar, beba despacio, espere un tiempo entre una bebida y otra. En vez de otra bebida alcohólica, tome un refresco, una infusión, agua o jugo.
Por otro lado, tenemos que pensar en cómo nos vamos a movilizar en estas fiestas. Si vamos a la casa de algún familiar o amigo, podemos coordinar con otros invitados que asistan y compartir el vehículo, poniendo en práctica el sistema del conductor designado, quien se comprometerá en no consumir alcohol durante los festejos. O siempre está la opción de pedir un taxi.
Otra forma de prevenir accidentes es elegir a la hora que vamos a circular por la vía pública. Evitar horarios picos, ya que suele haber mayor cantidad de conductores ebrios circulando. Si luego de los festejos existe la posibilidad de descanso en el lugar, no lo dude. Descanse y luego emprenda el regreso.
En caso de tener que aventurarse en la vía pública, manténgase atento y concentrado en la conducción, es posible que con su maniobra deba evitar el error de un conductor en estado de ebriedad. Si ve un vehículo zigzagueante, dudoso en las maniobras o circulando a exceso de velocidad, no se exponga, disminuya su velocidad y cédale el paso inmediatamente. No sirve discutir con alguien alcoholizado.
En tanto, no crea en el mito de que con una ducha fría, una buena taza de café o las bebidas energizantes, disminuirán los efectos del alcohol. Las investigaciones indican que esto sólo enmascara estos efectos. Es decir, la persona “cree” recuperar la lucidez y esto lo torna más peligroso. Tiempo es lo único que nuestro cuerpo necesita para procesar y eliminar las bebidas ingeridas y sus efectos sobre el sistema nervioso central.
Como padres se recomienda hablar y controlar el uso de vehículos y la ingesta de alcohol. Como así también, advertirles que si detectan al conductor del vehículo con síntomas de ebriedad, intenten disuadirlo de la conducción, y elijan otra alternativa de traslado, aunque signifique más tiempo o más dinero, o en el caso que tuviesen algún inconveniente para volver a casa, les explicaremos que no habrá enojos, ni problemas en irlos a buscar. Es preferible interrumpir el sueño, a tener que lamentar un accidente. Nada es comparable a sus vidas.
Lic. Ramiro Parsi – Psicólogo M.P. 8765
Miembro de Fundación Clínica de la Familia