Consultamos a la Lic. Claudia Lijtinstens sobre la actualidad de la práctica psicoanalítica y su manera de abordar el sufrimiento humano

La psicoanalista Caudia Lijtinstens compartió con “Informar para la salud” su visión sobre la actualidad de la clínica.

– ¿Cuáles son los motivos de consulta más frecuentes y cómo se abordan desde el psicoanálisis?

– Los motivos de consulta que habitualmente recibo en el consultorio tienen que ver, en general, con lo que denominamos “urgencias subjetivas”, situaciones límites que comprometen el pensamiento y el cuerpo mismo, en tanto es allí en donde se manifiestan la angustia, los miedos, las inhibiciones o los conflictos que surgen de las dificultades en los lazos amorosos, en el trabajo, en la familia, en las relaciones en general.

Si hablamos específicamente de los niños, los problemas más recurrentes se enmarcan en las dificultades para la construcción de límites, a ciertas desregulaciones respecto a la norma social y a la adquisición de hábitos y responsabilidades, pero también a formas paradigmáticas de desenfrenos del cuerpo, a impulsiones recurrentes o hasta trastornos de la identidad.

Todos estos cuadros o síndromes, desde la perspectiva del psicoanálisis, requieren ser leídos o situados diagnósticamente más allá de lo fenoménico mismo, más allá de su dispersión sintomática, pero también, evitando su compartimentación o inclusión en una categoría clasificatoria estándar; es decir, se trata de encontrar la ligazón de ese síntoma, de ese fenómeno, con lo más íntimo de cada sujeto.

Desde el psicoanálisis se trata de escuchar el detalle de cada cuadro clínico, reducir el sufrimiento a su rasgo único e incomparable y desde allí, dirigir la intervención hacia el encuentro de una solución, también singular, que alivie el sufrimiento. No hay dos anorexias iguales, ni dos déficit de atención iguales, ni dos ataques de pánico similares, ni dos autismos iguales.

¿Qué opina de la medicalización?

El psicoanálisis es una praxis que ofrece la posibilidad de interrogar y construir alrededor de cómo cada sujeto, frente a las contingencias y a la coyuntura dramática de su vida, encuentra una manera original de organizar su mundo, poniendo de relieve esa respuesta e invención que excede cualquier prevención higienista o cálculo estadístico.

Aislar en las primeras entrevistas el decir de cada uno, su propia posición inconsciente, permite correr el velo del sentido y atravesar aquello indecible taponado por el síntoma y, por supuesto, elevar a la dignidad del significante la palabra del sujeto y su sufrimiento.

Pero la clínica actual ha sufrido un gran empobrecimiento correlativo a la indiferenciación que promueve el “mercado” de la salud, mercado en el que la medicalización (con la producción, distribución y consumo de fármacos) es su primer aliado.

Dejar fuera la subjetividad humana en pos de hacer valer una clasificación científica estándar, incluir a cada sujeto en un conjunto estanco, ofrecer una solución breve, eficaz (eficiente?, efectiva?) y homogeneizante, es lo que el psicoanálisis viene a interrogar.

Desde nuestra perspectiva, las distintas formas de las psicosis, una desestabilización subjetiva en la neurosis, la irrupción de una fobia, la inminencia de la angustia son, en sí mismas, soluciones subjetivas, defensas o arreglos del sujeto frente a lo irruptivo de la angustia que lo invade en sus diferentes formas.

Advertidos de estas posiciones, desde el psicoanálisis proponemos explorar los recursos subjetivos con que cuenta un sujeto para acompañarlo a elaborar algunas soluciones y, por tanto, también para calcular un posible tratamiento, el cual puede en ocasiones incluir la farmacoterapia, de ese malestar, acorde a su programa pulsional y a las posibilidades de funcionamiento en el lazo social.

– ¿Qué temas prevé desarrollar en el seminario?

– En el seminario voy a tratar de precisar algunos puntos alrededor de cómo se constituye un sujeto para el psicoanálisis, estableciendo los lazos primordiales con el lenguaje, en tanto es en el campo del lenguaje en donde se producen huellas subjetivas que determinan modalidades de funcionamientos singulares, y también las soluciones sintomáticas que muchas veces se prolongan indefinidamente (con cierta satisfacción) en el sufrimiento y en la repetición.

También intentaré precisar las características de los lazos familiares frente a las declinaciones del orden simbólico y el descrédito creciente de las funciones de autoridad y, claro, las respuestas de los sujetos frente a estos imposibles, en la vida cotidiana. Trabajaremos alrededor de la casuística de la época y las posibilidades que un psicoanálisis ofrece para encontrar salidas al alcance subjetivo de cada padecimiento.

Invitada: Lic. Claudia Lijtinstens, psicopedagoga MP 130901, 
psicoanalista. Docente de la UNC miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.
Sabado 24 de mayo 2014

Compartir:


  Categorías:

Informar para la salud

  Etiquetas:

, , ,