En este artículo el autor describe las características del trastorno y las alternativas en el proceso de tratamiento
La gravedad y las consecuencias de los problemas por el consumo de drogas psicoactivas dependerá de múltiples causas, y también de la relación que la persona desarrolle con las sustancias. Esta relación, habitualmente, aumenta gradualmente en la frecuencia y cantidad de consumo.
Una persona con problemas por consumo de drogas ha pasado por varias etapas en el desarrollo de la enfermedad. La primera es la experimentación, donde el consumo inicial de sustancias se suele realizar en la búsqueda de comprobar sus efectos, experimentar sensaciones nuevas o alternativas al ocio generalmente influenciado por la presión grupal y social. La segunda etapa es el uso, donde las personas utilizan sustancias psicoactivas ocasionalmente, como el alcohol, para acompañar una comida, podríamos decir que realizan un consumo controlado de esa sustancia. En un estadío más avanzado sucede el abuso de drogas, en este momento la persona sostiene el consumo a pesar de las consecuencias negativas, significativas y recurrentes en su vida. Y por último, lo que se denomina adicción o dependencia, siendo sus principales síntomas el desarrollo de la tolerancia y el síndrome de abstinencia. Como así también, apetencias y actos incontrolados por consumir drogas. Pérdida de control sobre su uso, persistencia en el uso, pese a sus consecuencias adversas y la negación del problema.
Características de la enfermedad adictiva
Según Arnold Washton, la adicción es una enfermedad, se la puede describir con síntomas específicos, es crónica y progresiva. Por lo tanto es importante tener en cuenta que:
– La adicción no es resultado de una debilidad moral o una falta de fuerza de voluntad.
– Como la adicción es una enfermedad, emplear argumentos razonables o lógicos frente a la persona adicta casi nunca sirve para convencerla de que deje la droga.
– El adicto es incapaz de controlar la enfermedad. Por consiguiente, no es cierto que “podría dejar la droga si realmente lo quisiera”. Creer esto es como creer que una persona podría dejar de tener cardiopatía o diabetes “si se lo propusiera”.
– La adicción afecta al usuario física y psicológicamente y en su conducta (pérdida de energía, cambios de humor, pérdida de autoestima, alteración de los valores). Estos efectos deben ser contemplados como parte del proceso de la enfermedad.
– El adicto no es responsable de tener la enfermedad adictiva, pero es responsable de su conducta y su recuperación.
– La enfermedad de la adicción es como una alergia no tratada. Estará siempre latente y
la exposición al “alergeno” producirá una reacción predecible.
– La adicción puede ser frenada, en tanto el adicto se abstenga de todo alterador del estado de ánimo.
– La recuperación es posible, por lo tanto, con la abstención y un cambio de actitud, de estilo de vida y de conducta.
El abordaje de los problemas relacionados con el consumo de drogas se adecua a cada caso en particular, contemplando no sólo los problemas que haya desarrollado por el consumo, sino también, la edad, los recursos familiares, la actividad que se encuentre realizando, su red social, entre otros aspectos que se valoran en la primera etapa del tratamiento.
El proceso de tratamiento se inicia con entrevistas donde puede asistir el paciente solo o acompañado por sus familiares. A veces, también acuden los padres y/o sus parejas, sin el paciente, en busca de orientación. Luego de la valoración inicial se informa a los consultantes sobre las alternativas de tratamiento al problema que presentan. Estas pueden ser desde la terapia familiar, el tratamiento ambulatorio, el hospital de día y de ser estrictamente necesario un tratamiento residencial en una comunidad terapéutica. En todos los dispositivos terapéuticos, la familia cumple un rol fundamental en el acompañamiento del tratamiento, es por ello que se propone la participación de los padres o tutores, parejas, hermanos y amigos. Además, están previstos entrevistas psicológicas, sesiones de terapia de familiar y/o de pareja, interconsulta con psiquiatría y control médico clínico.
En la actualidad, se ha incrementado la demanda de asistencia por parte de familias con adolescentes que se iniciaron en el consumo de drogas o abusan del alcohol. Estos generalmente presentan trastornos de conductas con consumo de sustancias psicoactivas. Por ello, la modalidad asistencial debe considerar las particularidades de este grupo etáreo, como así también, sus necesidades educativas.
Las instituciones que brindan asistencia a la drogadependencia o adicción a las drogas deben contar con un programa terapéutico y estar habilitadas por el Ministerio de Salud de la Provincia. Las obras sociales y empresas de medicina pre-paga tienen la obligación de cubrir la asistencia de esta patología según las normativas de la Superintendencia de Servicios de Salud.
A nuestra Fundación llegan personas que no cuentan con obra social, ni recursos económicos para afrontar un tratamiento. Anualmente una importante cantidad de familias reciben becas para participar en nuestro Programa de Asistencia a las Adicciones. Es por ello que queremos agradecer a las personas, empresas e instituciones que nos apoyan cotidianamente en nuestro trabajo.
Lic. Amado Pauletti, Psicólogo M.P.2154
Presidente de Fundación Clínica de la Familia