La evidencia científica ha demostrado que esta modalidad terapéutica es el componente más efectivo del tratamiento ambulatorio y crucial para el mantenimiento de los resultados a largo plazo.
La terapia grupal es la mejor manera de contrarrestar los patrones de pensamiento y de conductas que presentan los pacientes con adicciones y particularmente a la cocaína. El grupo incide en la principal característica de esta enfermedad: la negación. Que generalmente va acompañada de aislamiento, vergüenza y deterioro del funcionamiento social.
Los pacientes, entran al tratamiento con ideas muy distorsionadas sobre ellos mismos y sobre la gravedad del problema, aspectos que se tratan de manera muy efectiva en el grupo terapéutico, ya que por lo general tienden a sobreestimar sus fuerzas personales, su motivación y subestimar sus puntos vulnerables.
También les resulta difícil, aceptar su propia falta de control sobre el consumo de drogas y la necesidad de confiar en los demás para superar el problema, y es aún más duro aceptar la cronicidad de la enfermedad. Y es ahí, donde aparece el poder terapéutico de los grupos, cuando se reúnen personas que pasaron por situaciones similares y los mismos estadios de la enfermedad. Esto genera en ellos empatía e identificaciones mutuas; contacto con su realidad; influencia positiva en la relación con iguales, afiliación y apoyo social.
Por otro lado, el programa de tratamiento les brinda una estructura para comenzar a ordenar su vida con más disciplina y límites, como así también, un espacio para el autoconocimiento, el aprendizaje de la experiencia e intercambio de información objetiva, y no menos importante, la instauración del optimismo y esperanza de cambio.
Otras características de los grupos terapéuticos es que son: entretenidos, estimulantes y reforzadores de lo positivo. Sin embargo, hay incomodidades iniciales, que exigen un reajuste cuando nuevos miembros integran en un grupo que ya funciona. Pero, las ventajas potenciales de estar abiertos a nuevos miembros sobrepasan los presuntos inconvenientes. Los recién llegados, en las primeras fases de recuperación, pueden generar beneficios inmediatos al contactar con los miembros más experimentados del grupo, que tienen necesidad de transmitir lo aprendido.
Herramientas en la terapia grupal
La confrontación y la valoración son las herramientas centrales que se utilizan en la dinámica terapéutica de un grupo de rehabilitación. Es decir, el confrontar tiene que ver con el proceso de dar a alguien información real sobre su conducta tal como el informador la ve, y a partir de este se intenta “presentar un espejo” para permitir a la persona saber cómo aparece a ojos de los demás. No se trata de atacar a la persona, sino mostrarle como la vemos, desde la comprensión y preocupación por la conducta negativa, peligrosa y destructiva que mantiene.
La valoración tiene que ver con resaltar y afirmar una actitud o conducta positiva que ha logrado el paciente en un momento dado. Ya sea el poder decir NO a una tentativa de consumo, a elegir sanamente o a construir vínculos sanos alejados de la conflictiva de consumo, entre otros logros.
¿Cuál es el rol del terapeuta de grupo?
Los coordinadores de grupo, casi siempre nos enfrentamos a diversas tareas que determinan el destino y la efectividad del grupo. Entre las funciones más importantes se encuentran: Mantener las reglas del grupo, seleccionar, preparar y orientar a los miembros potenciales del grupo, para decidir si le va a servir, mantener la cohesión del grupo, crear un clima sereno y seguro. Y por último, la psicoeducación a los pacientes sobre aspectos concretos del uso de drogas, adicción, recuperación, etc. de manera que esa información sea útil y susceptible de ser reflexionada de manera grupal.
Por todo lo expresado a hasta aquí, es que integrar al adicto en un grupo, es el primer acontecimiento importante de su tratamiento de rehabilitación.
Lic. Priscila Decima. Psicóloga – M.P. 8911
Integrante del equipo de asistencia a las adicciones
Miembro de Fundación Clínica de la Familia.
Nota publicada en diario Puntal el sábado 16 de septiembre de 2017.