La autora presenta aquí algunos interrogantes habituales de los consultantes sobre los medicamentos y sus efectos adversos.

Me encuentro en el consultorio con mucha frecuencia con los mismos interrogantes; en la mayoría de los casos, las personas tienen recelo de comenzar un tratamiento psicofarmacológico y esto tiene que ver con el desconocimiento. Es una buena práctica y a veces imprescindible implementar en el consultorio la psicoeducación para que quien consulta tome la medicación indicada con plena confianza de hacerlo, porque así los efectos terapéuticos obtenidos son mayores

Intentaré en este breve espacio desmitificar algunas cuestiones sobre el tratamiento con psicofármacos.

Si me dan psicofármacos voy a estar dopado/a: falso 

 Existen distintos tipos de psicofármacos, una pequeña cantidad de estos posee propiedades sedativas, ansiolíticas o hipnóticas; en todos los casos, el profesional elegirá la medicación acorde a lo que el paciente necesita, en casos de gran ansiedad puede indicar una dosis de ansiolíticos importantes que, cuando el sistema nervioso vaya recuperando su funcionalidad, se irá reduciendo progresivamente hasta poder retirarse; en otros casos en los que el paciente se sienta inhibido, sin voluntad para realizar sus actividades habituales, el profesional sugerirá alguna medicación con un perfil más estimulante para lograr la mejoría de los síntomas. Sólo en los casos en los que el paciente se encuentre excitado o agresivo y esto genere peligro para sí o para terceros utilizaremos psicofármacos con perfiles más sedativos, es de vital importancia comprender que todas las personas somos distintas y por lo tanto desarrollamos enfermedades distintas y el tratamiento se adecuará a cada caso en particular.

Tomar psicofármacos es intoxicar mi organismo: falso

 Los psicofármacos están diseñados para actuar sobre las neuronas del encéfalo para generar los cambios celulares que ayuden a la resolución de los síntomas, concomitantemente pueden actuar de manera discreta sobre otros órganos ya que existen neuronas distribuidas en el organismo, éstas se hallan principalmente en el tubo digestivo y es en éste en donde los efectos colaterales se presentan con mayor frecuencia. En algunas situaciones estos efectos pueden ser aprovechados si se elige el perfil del medicamento de acuerdo a las necesidades del paciente (disminución o aumento de apetito, sedación, aumento o disminución del ritmo evacuatorio intestinal, etc.).

Si comienzo a tomar estos medicamentos después no podré dejarlos: falso

 Como explicaba anteriormente, cada persona es distinta y puede presentar patologías distintas, cuando tenemos un desencadenante claro, una personalidad premórbida sana y realizamos el tratamiento en dosis y tiempo adecuados las probabilidades del éxito terapéutico son muy altas. Los datos sobre dependencia a los psicofármacos revelan una tasa alta de abuso y automedicación con los ansiolíticos del tipo de las benzodiacepinas, por lo cual estas deben ser prescriptas y monitorizadas por un médico, utilizarse en tiempos cortos y en dosis mínimas efectivas, con lo cual se evitará que el organismo genere tolerancia y luego dependencia. Los antidepresivos no producen dependencia ni abstinencia, aunque siempre se debe tener la precaución de retirarlos en forma gradual y progresiva para evitar que aparezca una recaída.En caso de patologías crónicas en las que la medicación se deba implementar de por vida, el médico tratante explicará al paciente y a los familiares el porqué de la necesidad de darle continuidad al tratamiento.

Estoy embarazada, si tomo psicofármacos pondré en riesgo la vida del bebé: falso

 En el caso tan particular de la mujer embarazada con patología psiquiátrica es cuando muchas veces debemos evaluar los costos y beneficios de un tratamiento con psicofármacos. Los mismos se evitan durante el primer trimestre de gestación, ya que éste es el tiempo en que los órganos y sistemas están en formación, siempre que la vida de la madre no corra peligro. Luego, conforme pasan los meses, se irá valorando la necesidad de implementar los psicofármacos que menos efectos colaterales produzcan y sean menos nocivos para el bebe en crecimiento. Los tratamientos durante el embarazo siempre deben ser indicados por un médico especialista, utilizados en menor dosis posible y controlados estrictamente, como también debe ser monitoreada la evolución del embarazo para asegurarse de que siga su curso normal. En muchos casos, solemos explicarles a las embarazadas que se prioriza la estabilidad anímica de la madre para que al momento de tener al bebé se pueda consolidar el vínculo entre ambos, aún si esto se logra a través de la utilización de psicofármacos. Recuerde que su médico tiene toda esta información a su disposición, a veces es necesario preguntar y sacarse las dudas antes de comenzar el tratamiento para colaborar con el éxito terapéutico.

Dra. Paola Desiervi Quiroz. Médica Psiquiatra MP 30937/4. Miembro de Fundación Clínica de la Familia

Sábado 8 de febrero 2014


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Informar para la salud, Prevención de las adicciones en el ámbito de los medios de comunicación

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