Especialistas en la temática analizan los indicadores que generan alerta ante posibles crisis y la necesidad de trabajar con el contexto de familiares
Con la conmemoración del Día contra la Violencia a las Mujeres, el próximo lunes 25 de noviembre, psicólogos miembros de la Fundación Clínica de la Familia analizan cómo se realiza el abordaje a casos que presentan hechos de violencia y cómo se pueden prevenir situaciones de crisis.
“Trabajo con parejas y he tenido a varias con la problemática de la violencia. Son realidades que no aparecen en las primeras entrevistas, sino que se rastrea con el tiempo”, explicó la Lic. María Fernanda Sánchez, y agregó:“En el trabajo con grupo de mujeres también aparece la violencia como una vergüenza internalizada que se debe llegar hasta el fondo”.
– Violencia que no necesariamente es física.
– No, hay distintos tipos de violencia, con una psicológica que está por debajo de todas las otras. Tiene que ver con humillaciones, descalificaciones, con el socavar el autoestima de las mujeres.
– ¿Cómo es el abordaje para estos casos?
– Se intenta hacer un abordaje en el que se rompe con las categorías de víctima y victimario -comentó por su parte el Lic. Marcos Igarza-, para poder analizar las características que tenían sus vínculos. Las patologías del acto están muy asociadas a la instalación de un vínculo de violencia, por lo tanto, lo terapéutico debe contar con la palabra, la expresión, que es donde está la posibilidad de expresar el malestar. Es lo que marca el camino con el vínculo saludable.
-¿Cómo se puede evitar llegar a una instancia de violencia?
– Durante cuatro años trabajé en Córdoba con la preparación contra la violencia familiar -señaló Sánchez-, fue una experiencia para agentes barriales, de salud, de educación. Allí se enfocaba el trabajo en lo que le pasaba a cada uno, los mandatos, los vínculos, no sólo la problemática de las mujeres y se dejaba de lado quién es la víctima y quien el victimario. Se partía de la base de que nadie es inocente, por alguna razón la víctima se sigue quedando allí, algo aprendido en su historia familiar que quizás tiene que ver con su indefensión adquirida. Desde chico vivió en un contexto donde no se valoraban actos o palabras, y se queda en ese lugar sin defenderse. Hay que trabajar con el empoderamiento de la mujer, que saquen sus aspectos positivos, resilientes, que puedan asumirse como lo que son.
Por su parte, Igarza destacó: “Me parece que a la hora de la asistencia es importante lograr un abordaje integral, en general, cuando hay una consulta es porque ha habido al menos una crisis”. Señaló que lo clave es “resolver esa crisis en la primera intervención. Se asesora, tanto a la mujer como al hombre en cuáles son los pasos a seguir. En el caso de la víctima, cuáles son los organismos gubernamentales que les brindan sus servicios, adonde pueden denunciar para dar visibilidad a su caso y que se tomen medidas”.
Por otro lado, el especialista consideró que es fundamental vincular al contexto inmediato: “Amigos, familiares directos, porque una persona violentada experimenta la situación con el silencio y el aislamiento, lo que hace fundamental la reconstrucción de los vínculos, con lo social, lo laboral, que se redimensione lo individual”, dijo.
– ¿Cómo se debe dar la contención?
– Es importante armar las redes sociales, es un modo de ir previniendo -indicó Sánchez-. Aquí juega un papel clave la educación, porque crecemos en un paradigma muy patriarcal. Desde chicos se seleccionan los colores y los juguetes que se les dan tanto a chicas como a chicos. A los varones se los vincula con juegos que tienen la violencia incluida, mientras que a las mujeres se les da el mandato de la debilidad. Si como sociedad cambiamos esta parte de la educación, también se podrá mostrar que los mandatos que vienen instalados con nosotros desde siempre, se pueden cambiar. Esto es importante, porque niñas y niños aprenden por modelaje, y si ven a una mamá que adquiere fuerza y puede salir de la situación y decir basta, ellos también podrán hacerlo.
– ¿Qué señales se pueden tomar como alerta para evitar una crisis de violencia?
– El mejor trabajo para la prevención tiene que ver con una detección temprana y desnaturalizar algunas prácticas -comentó Igarza-. Se deben reconocer cuáles son las diferentes formas de ser violentados, sin necesidad de llegar al golpe. En la ley provincial se hace referencia al concepto de autodeterminación. Este es un punto central, para tener indicadores de cuándo alguien es violentado. Todo lo que afecte a la libertad de una persona está dando cuenta de que está siendo violentada y no se les respetan sus derechos.
Lic. María Fernanda Sánchez (M.P.: 2.720) Lic. Marcos Igarza (M.P.: 7.014) Miembros de Fundación Clinica de la Familia.