En el marco de la conmemoración del día mundial, se analizan las reformas a la legislación para la asistencia a personas con padecimientos mentales.
El 10 de Octubre de cada año se celebra el “Día Mundial de la Salud Mental”, se trata de una iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que unifica los esfuerzos por la concreción de un objetivo en común: la promoción de la Salud Mental en la población.
Día mundial de la Salud Mental
Desde 1992, para este día, en diferentes partes del mundo, se realizan diversas actividades a fin concientizar y sensibilizar a la comunidad en general, en relación a las problemáticas y consecuencias vinculadas al padecimiento mental.
Anualmente se establece un lema, alrededor del cual se trabaja con mayor énfasis. El correspondiente al 2013 ha sido “Alternativas Frente a la Crisis. El Valor de Nuestros Derechos”.
El mismo ha sido propuesto debido a la necesidad de reflexionar en torno a dos cuestiones centrales.
La primera de ellas, para hacer referencia a la manera en que las condiciones socio-económicas afectan a la comunidad en general en materia de salud mental y más específicamente, en relación a los recursos destinados a la promoción, asistencia y rehabilitación de diferentes personas con enfermedades mentales.
La segunda, también poniendo su acento en el reconocimiento de los derechos de estas personas, por lo que se pretende llamar a la reflexión en relación a la estigmatización y la discriminación asociadas.
Por todo lo planteado, constituye una oportunidad para identificar y debatir sobre diversos temas referidos a la Salud Mental y para estimular a organizaciones públicas y privadas a emprender diversos programas que permitan lograr una mejora en la calidad de vida de las personas brindando la atención necesaria.
Situación en nuestro contexto más inmediato
Actualmente, nos encontramos en un momento de relevancia en nuestro país, y puntualmente en nuestra provincia, debido a la modificación que se ha efectuado en relación al marco legal y al reconocimiento de los derechos de las personas que tienen un padecimiento mental.
Esto ha sido posible gracias a un proceso histórico que ha tenido como resultado la sanción de la Ley de Salud Mental a nivel Nacional (Nº 26.547), y Provincial (Nº 9.848) planteando nuevos desafíos y responsabilidades en lo que refiere al ejercicio profesional.
La normativa actual, constituye una verdadera trasformación en el Sistema de Salud Mental, dando cuenta de un evidente cambio de paradigma, teniendo como ejes significativos:
La desmanicomialización, como principio base de las normas actuales, consiste en la prohibición de la creación de nuevos manicomios, tanto a nivel público como privado. Implica la posibilidad de poner el acento en el cuidado, prevención, asistencia y rehabilitación de las personas con padecimiento mental, dejando de considerar al encierro y asilamiento como una alternativa.
La desinstitucionalización de estos pacientes. Se trata de instalar, a medida que vayan surgiendo, instituciones intermedias como hogares de medio camino, hospitales de día y tratamientos ambulatorios preservando los vínculos sociales y familiares de estos sujetos con la contención y acompañamiento que ello implica.
En caso de que resulte inevitable una internación, la misma debe ser absolutamente restringida y brevísima, con una rápida reinserción.
La necesidad de un Abordaje Interdisciplinario, que brinde una asistencia adecuada, logrando el reconocimiento de sus derechos, su integración y reinserción para terminar con la estigmatización del loco.
La importancia del rol del psicólogo en este contexto tiene que ver con la posibilidad de elaborar un diagnóstico adecuado, debido a que, junto a otros profesionales de la salud mental, tiene la responsabilidad de precisar qué tipo de modalidad asistencial resultaría pertinente para cada sujeto, respetando su singularidad y preservando todos sus derechos.
El desafío actual para todos los que trabajamos en Salud Mental consiste en preservar el cumplimiento de esta normativa, en lograr que este proceso pueda visualizarse en la creación de nuevas políticas de Salud Mental y de redes asistenciales alternativas porque lo fundamental de todas las intervenciones y, como eje alrededor del cual ha girado todo este proceso, son las personas que padecen, que tienen algún sufrimiento mental, que tienen derechos y es importante que respetemos los mismos, comprometiéndonos en generar un sistema de Salud Mental más humano y eficiente.
Invitado: Lic. Marcos Igarza (M.P: 7.014), miembro de la comisión directiva del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba, delegación Río Cuarto.
Claves
La desmanicomialización, como principio base de las normas actuales, consiste en la prohibición de la creación de nuevos manicomnios y poner el acento en el cuidado, asistencia y rehabilitación
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