Hay ocasiones en que es necesario regañar a nuestros hijos por su mal comportamiento. Y aunque ésta no es la mejor manera de educar a un niño, si sabemos hacerlo de forma constructiva, los regaños o sanciones verbales pueden ser de provecho de vez en cuando.
Para que tengan un verdadero valor educativo, lo primero que debemos cuidar es que los regaños no dañen la autoestima de quienes más queremos. Otro aspecto a tomar en cuenta es que se utilicen en ocasiones puntuales, como cuando el niño ha realizado alguna acción en la que se ha puesto él o a terceros en peligro o se salta reglas y límites de forma reincidente.
Educar a nuestros hijos es un largo proceso en el que se necesita tiempo, mucha paciencia y el uso de diferentes técnicas, siempre evitando que el niño obedezca solo por temor a ser castigado. Disciplinar significa educar fomentando la reflexión y el diálogo, por eso, cuando debamos regañar a nuestros hijos tengamos en cuenta los siguientes puntos, para hacerlo de manera constructiva y eficaz:
- El objetivo siempre debe ser educar, no atemorizar ni humillar, por eso debemos hablarles a nuestros hijos sin descalificarlos ni avergonzarlos
- Aunque el tono debe ser enérgico y con autoridad, evita alzar la voz
- Procura hacerlo en privado, no en público y menos frente a sus amigos
- Trata de siempre darles alternativas a la conducta que estés reprendiendo
- Háblale de tal manera que fomentes la reflexión, con un lenguaje correspondiente a la edad y madurez del niño, y evitando sermones demasiado largos
- Mantén siempre la objetividad y nunca actúes obedeciendo a un estado de ánimo negativo; es decir, sanciona la conducta que quieras corregir pero no descargues en tus hijos el malhumor o cansancio que tengas acumulado
- Recuerda que siempre es mejor fortalecer las conductas adecuadas que castigar las inadecuadas
- Si queremos que nuestros hijos aprendan a comportarse adecuadamente hay que ofrecerles buenos modelos y ejemplos en casa, no podemos exigir a nuestros hijos que reaccionen de forma tranquila ante las adversidades si nosotros perdemos el control cada vez que hacen algo que no nos gusta